Totona (dulce)

 En la Caracas de la época colonial venezolana se elaboraban platos y postres muy peculiares.



Uno de ellos es la famosa "totona", el cual consistía en una especie de pudín o flan de cítricos con crema de leche que era muy apetecido.

Cuenta la leyenda que Andrés Bello, maestro de Simón Bolívar pidió a una criada llamada Matilde este dulce y ella lo malinterpretó y por este motivo esta palabra es considerada ofensiva en Venezuela ya que se refiere a los genitales de la mujer.

Para preparar este dulce se requiere:

  • Pulpa de toronja roja
  • Pulpa de naranja California
  • Crema de leche espesa
  • Leche
  • Fécula de maíz
  • Azúcar o edulcorante
  • Una pizca de sal
  • Canela en polvo
Paso 1: Extraer la pulpa a las frutas quitándole las semillas y el hollejo de los gajos (para que así no tome sabor amargo).
Paso 2: Licuar esta pulpa junto con la crema de leche, el azúcar y la pizca de sal.
Paso 3: Colocar en una olla y calentar a fuego muy lento sin dejar que hierva para que no se corte.
Paso 4: Añadir en medio de la cocción la fécula de maíz disuelta en la leche y seguir cociendo hasta que espese.
Paso 5: Verter en escudillas individuales, dejar enfriar hasta que cuaje y espolvorear con canela.

Comentarios

  1. EL ORIGEN DE LA PALABRA TOTONA

    El creador de la famosa palabrita es nada más y nada menos que Don Andres Bello. Este era el nombre de un postre que le gustaba mucho al maestro. Se prepara con Pulpa de Naranja, Pulpa de Toronja y Nata, cuya consistencia gelatinosa y carnosa era el resultado de mezclar los ingredientes y luego ponerlo a enfriar.

    La creadora de la receta de ese dulce fue una empleada doméstica Holandesa, una hermosa joven de unos 21 años de edad, ojos verdes, cabello rubio y tez blanca, de nombre Mathilde.
    Cuenta el historiador José Agustín Catalá, que Don Andrés Bello, decidió tener amoríos con la muchacha, aún siendo como era que el estaba casado.

    Para poderse ver con ella sin causar sospechas decidió utilizar una frase en clave pretendiendo que nadie en la casa se enterara de su infidelidad.

    Llegaba, luego de un día de trabajo, pasaba por la cocina donde estaba la bella muchacha y sutilmente, luego de tomar una jarra de guarapo de caña para refrescarse se le acercaba a la mencionada empleada y le decía: "Mathilde, quiero Totona".

    No es de extrañarse que tiempo más tarde, la palabra "Totona" se propagara popularizándose en forma “vulgar” en Caracas extendiéndose por toda Venezuela, asumiéndola como sinónimo de "vagina", a tal extremo que el famoso postre que tanto gustaba a Don Andrés Bello, fue raramente cocinado en los fogones de los hogares venezolanos.

    FUENTE: CATALÁ, José Agustín. "La Historia de nuestros próceres" Editorial Fondo de Cultura Económica. 1983. Reeditado 1996. Pag 133

    ResponderEliminar
  2. Hola Camilo
    Me encanta la historia y también la repostería . Quisiera hacer la receta, sería posible las cantidades de cada producto!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario